Por Adam Dub

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EL SALVADOR.- Cuando llegué al hotel del exclusivo barrio de San Benito en San Salvador, Napoleón dejó por unos momentos el volante para ayudarme a descargar equipaje, después abrió su monedero Muun y generó una factura de la Red Lightning equivalente al precio del viaje que hicimos desde el aeropuerto. Desde el comienzo estaba claro que El Salvador no es un país como cualquier otro.

Al igual que otros cientos de bitcoiners de alrededor del mundo, decidí que los eventos de la Bitcoin Week en El Salvador eran una excelente oportunidad para vivir desde adentro la experiencia de estar en un país que ha adoptado Bitcoin como su moneda. Gente de todos los rincones del planeta peregrinaron hasta el país centroamericano con el objetivo de asistir a dos de los eventos más importantes de este año en América Latina en torno a Bitcoin. La debutante conferencia Adopting Bitcoin, dedicada principalmente a la Red Lightning, y la legendaria LABITCONF, la conferencia bitcoiner latinoamericana que se celebra todos los años desde 2013.

Antes de entrar en los detalles de cómo es vivir, cobrar y pagar con Bitcoin en El Salvador hay que marcar una diferencia. Una cosa es el proceso que están llevando adelante empresas, comerciantes y profesionales en la aceptación de bitcoin como forma de pago, la otra es el proceso de adopción entre salvadoreños como red monetaria alternativa al dolar estadounidense, la otra moneda de curso legal en el país.

En el primero de los casos estamos hablando de una implementación planificada desde arriba hacia abajo, con todos los problemas que eso conlleva. Para la adopción, en cambio, no hay que ley valga y será una decisión individual de cada salvadoreño de descubrir Bitcoin como tecnología de ahorro.

«¿Se puede pagar con Bitcoin?»

En El Salvador la letra de la ley dice que los comercios deben aceptar bitcoin. En los hechos, y con una estimación a ojo, 1 de cada 4 locales acepta bitcoin a la hora de pagar la cuenta. Aún es temprano. La Ley Bitcoin tiene dos meses de vigencia, y los comerciantes salvadoreños se vieron sorprendidos por la ley. La falta de educación en torno a Bitcoin (que será tema de la próxima nota) es uno de los prinicpales obstáculos en su implementación.

Como ocurre cuando se imponen nuevas regulaciones, las empresas más grandes son las que tienen mayor capacidad para adaptarse a la nueva situación y cumplir la norma. Cadenas internacionales como McDonald’s, Starbucks o las gasolineras Texaco aceptan Bitcoin desde los primeros días de entrada en vigencia de la ley. A diferencia de los comercios locales, más pequeños, que utilizan la app oficial Chivo, las cadenas han hecho sus propias implementaciones para aceptar pagos, recurriendo principalmente a empresas como OpenNode e IbexMercado.

En muchos casos, entre restaurantes y comercios independientes, todavía no aceptan bitcoin. «Aún no hemos actualizado los sistemas, pero estamos en proceso de hacerlo», es la respuesta más frecuente que recibí a la hora de hacer la pregunta obligada con la cuenta: «¿Se puede pagar con bitcoin?»

No podemos saber si verdaderamente aún no han tenido el tiempo para actualizar sus sistemas, o el rechazo a aceptar Bitcoin es una señal de oposición a la ley que impuso Bitcoin en el país. Los salvadoreños opositores al gobierno de Bukele han convertido a Bitcoin, o mejor dicho el «No al Bitcoin», como slogan antigubernamental.

A Bitcoin no le importa. De uno y otro lado, políticos pueden utilizar a Bitcoin como una herramienta para avanzar su intereses pero ello no cambia su carácter de dinero neutral: ningún participante tiene privilegios, nadie tiene el control para fijar sus reglas, y mucho menos para «imprimir» más bitcoin y favorecer a uno u otro sector.

La apuesta oficial de El Salvador por Bitcoin incluyó el despliegue de una red de cajeros automáticos, la creación de una wallet de Bitcoin y dólares, y una terminal para que comerciantes puedan recibir bitcoin como forma de pago, todo bajo la marca Chivo. La implementación, sin embargo, se nota que fue dirigida por un gobierno y el resultado deja mucho que desear. Una interfaz compleja, menúes que están escondidos y transacciones que demoran en aparecer son algunos de los problemas que provocan fricciones a la hora de pagar. El gobierno prometió una nueva versión que, dicen, resolverá los problemas.

El otro problema es la educación. Aquellos que trabajan en comercios que aceptan Bitcoin apenas saben utilizar la Chivo wallet, y no mucho más. Así es que ocurren situaciones que de otra forma no ocurrirían. Por ejemplo, pagar la cuenta de un restaurant, hacerlo mediante una transacción en Bitcoin en vez de usar la Red Lightning, y que uno pueda retirarse del lugar sin nignuna confirmación de la transacción. Un comensal malicioso podría reemplazar la transacción de pago al comercio por otra a uno mismo a través del Replace By Fee y el restaurante quedarse sin su cobro.

También, otro caso habitual, es que en el comercio solo una persona conozca como utilizar Chivo wallet. En muchos casos es el dueño del local el que maneja los pagos con bitcoin, mientras que sus dependientes desconocen del sistema.

Pero ni las publicidades de empresas del ecosistema que recibían a los bitcoiners en el lobby del aeropuerto, ni los cajeros Chivo que permiten el cambio de bitcoin por dólares y viceversa, ni la posibilidad de comprar un Big Mac pagando a través de la Red Lightning reflejan realmente el potencial de Bitcoin en este país.

La oportunidad salvadoreña

La historia de El Salvador es similar a la de América Latina, pero con un plus de violencia, brutalidad y pobreza. La dictadura que comenzó en la década de 1930 y se mantuvo en el poder por casí 50 años fue seguida de una cruenta guerra civil que marcó al país entre 1979 y 1992 y dejó más de 80.000 muertes. Una historia que expulsó al 25% de la población de su país que hoy vive en Estados Unidos.

Y los que no se fueron, la tienen difícil. Las oportunidades en El Salvador no abundan. El consenso es que el bipartidismo salvadoreño del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y el nacionalista conservador ARENA no logró nada bueno en el país. De allí que una figura disruptiva, carismática y polémica como Nayib Bukele logró acceder a la presidencia tras un breve paso por intendencias municipales.

En un país de bajos ingresos y escasas oportunidades, Bitcoin abre las puertas a la prosperidad de millones. No será un acto de magia, si no un largo proceso de aprendizaje. A pesar de ser una economía dominada por bajos ingresos, Bitcoin se convertirá en la primera vez que los salvadoreños —un 70% de ellos no tiene cuenta bancaria— tengan a su alcance un instrumento para ahorrar. Incluso, un ahorro mensual de US$5 podría, en algunos años, podría cambiarles su vida. Desde un tratamiento dental, hasta la posibilidad de festejar la quinceañera (fiesta de 15) de su hija.

Bitcoin no resolverá todos los problemas de este país, pero abre una puerta de esperanza a un pueblo que la ha perdido. La adopción de Bitcoin a nivel país podría impulsar la tan necesaria inversión extranjera y elevar el nivel de la población. Para los salvadoreños, Bitcoin también representa la primera oportunidad de ahorrar, de pensar en el largo plazo, y planificar un futuro mejor para sus familas. Dependerá de ellos, y no del gobierno, aprovechar esta oportunidad.

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