Por Hodler Tom | Tiempo de lectura: minutos

Intro

En el campo de la geopolítica, es cada vez más difícil ignorar Bitcoin. Los estados soberanos ante el surgimiento de una tecnología que amenaza con convertir en irrelevante su capacidad para imprimir dinero deberán, indefectiblemente, adoptar una postura sobre Bitcoin. Estas decisiones impactarán de lleno en el mapa geopolítico y darán ascenso a nuevos protagonistas. 

Los países que logren atraer emprendimientos vinculados a la floreciente industria en torno a Bitcoin con regulaciones atractivas, aquellos que acumulen bitcoin en sus reservas soberanas y quienes faciliten las operaciones mineras correrán con ventaja.

Si bien aún parece lejos el momento en el que Bitcoin ocupe el centro de la escena geopolítica, lo cierto es que podría ser más pronto que tarde. Los análisis ceteris paribus no sirven. Un hecho catalizador, como por ejemplo la explosión de la burbuja de deuda soberana global, podría precipitar este escenario. 

Bitcoin está dando sus primeros pasos en la arena de la geopolítica. En Hodler Mag #3 analizamos tres casos de políticas estatales frente a Bitcoin, en contextos diferentes y con actitudes diferentes. ¿Cuáles son las lecciones que nos deja Irán, China y El Salvador sobre Bitcoin? Enterate en esta edición. 

Team Hodler

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Minería: el caso de Irán

Irán es un país, por decirlo de alguna manera, complicado. El régimen de los ayatolas enfrenta, desde hace años, duras condiciones económicas resultado de su propia inoperancia y agrandadas por las sanciones a las que son sujetos por parte de Estados Unidos. 

Después de cuatro meses, y tras una larga temporada de apagones generales en el país, el gobierno iraní levantó la prohibición que pesaba sobre la minería de Bitcoin. Los frecuentes cortes de suministro eléctrico en ciudades iraníes llevaron a Teherán, en mayo, a seguir los pasos del gobierno chino y prohibir la minería, responsabilizando a los mineros por los apagones. 

Irán prohibió la minería de Bitcoin en mayo, tras responsabilizar a esa actividad por los apagones en el país. La prohibición fue levantada en octubre (Bloomberg)

Para poder entender cómo Irán llegó a esta situación tenemos que mirar la cadena de sucesos de 2018 para acá. En ese año, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró unilateralmente el apoyo al acuerdo nuclear con Irán e impuso sanciones económicas. En los meses posteriores, el rial iraní profundizó su proceso de devaluación, sumando un 60% en apenas unos meses. 

La situación económica en Irán, como verán, dista de ser la ideal. Las empresas no cuentan con acceso al sistema financiero internacional, ni siquiera con la posibilidad de hacer una transferencia bancaria internacional utilizando la red global SWIFT. Los ciudadanos, por su parte, son parias en el mundo de las apps fintech y Bitcoin (además del milenario Hawala) se ha convertido en una de las pocas posibilidades para los iraníes de poder recibir dinero del exterior. 

La decisión de Trump desencadenó una nueva crisis en Irán. Frente a las expectativas económicas negativas, al gobierno iraní se le ocurrió la “maravillosa” idea de prohibir a las instituciones bancarias de operar con criptomonedas. Tres años después es evidente que las únicas perjudicadas con esta regulaciones fueron las propias instituciones, y que cualquier ciudadano que hubiese querido llevar su capital lejos de las garras del gobierno iraní pudo hacerlo utilizando Bitcoin, y sin que el gobierno iraní pueda hacer nada al respecto.

Pero en 2019 algo cambió en la cabeza de los ayatolas. El estado del golfo Pérsico legalizó la minería de Bitcoin imponiendo una serie de normativas que iba a permitirle al gobierno aprovechar las actividades de minería. Con una economía con sanciones y una inflación anual del 44%, Bitcoin es muy atractivo para los iraníes, y el gobierno iraní, en un giro de 180 grados, abrió la puerta a la minería legal. 

Las regulaciones establecieron que los mineros tendrían que registrarse ante el gobierno y debían brindar un detallado informe que incluya una estimación de la inversión, creación de empleos, qué tipo de mineros utilizan, su valuación y un plan de negocios, entre otras cosas. La nueva regulación llevó a varios mineros a buscar nuevos horizontes como Rusia, Georgia, Kazajistán, Armenia y hasta Irak. 

¿Por qué se fueron los mineros? No fue por la documentación exigida, si no por el costo eléctrico, factor determinante a la hora de minar Bitcoin. La regulación fue acompañada por un fuerte aumento en el costo de la electricidad pasando de valer alrededor de US$0.01 kw/h a valer entre $0.05 y $0.07 kw/h. El aumento del 300% funcionó como un fuerte incentivo a no registrarse y continuar aprovechando la energía subsidiada, o bien a mudarse a algunos de los países mencionados anteriormente que ofrecían tarifas entre $0.035 y $0.05. 

Como si fuera poco, en 2020 el Banco Central del país ordenó que los mineros regulados debían liquidar las ganancias obtenidas al tipo de cambio “NIMA”, una especie de “dólar exportador” donde se les paga menos riales por dólar que si los vendieran a precio de mercado. Todo esto para poder financiar las importaciones que luego de la crisis se volvieron más costosas.

El gobierno iraní todavía no tiene absoluta claridad de cuál es su postura frente a Bitcoin. ¿Una herramienta para evadir sanciones o un chivo expiatorio para los problemas que azotan al país? Lo cierto es que los ciudadanos iraníes han recurrido a Bitcoin como salvaguarda frente a las políticas del régimen, y los ayatolas solo pueden mirar con impotencia. 

Las medidas de 2019 hicieron emigrar a los mineros o llevarlos a la clandestinidad, incluso haciéndolo en hogares, escuelas y mezquitas que cuentan con energía gratuita. Hoy, el porcentaje de minería en el país hecha por fuera de las regulaciones se estima cerca del 85%. Por eso, la mayoría de las noticias que se ven en los portales no afectan demasiado a la actividad minera en el país, que ya es el cuarto más importante en esta materia con un 4.5% del hashrate global

El caso de Irán es interesante por su contexto geopolítico e interno y refleja con claridad el dilema que presenta Bitcoin para estos gobiernos. La comunidad internacional ha marginado al país persa gobernado por un régimen autoritario. Por un lado, el gobierno podría aprovechar las ventajas de Bitcoin para evadir sanciones. Por el otro, una adopción extendida de Bitcoin le brindaría a los ciudadanos un mecanismo para defenderse de la mala praxis económica de su gobierno. 

Sin dudas, será interesante observar cómo se desarrolla este caso.


Siguen las consecuencias de la Gran Migración

El pasado 24 de septiembre el Banco Popular Chino estableció una nueva prohibición sobre las operaciones con bitcoin y criptomonedas 

La desaparición del 50% del poder de hash de la red Bitcoin de la noche a la mañana fue un golpe duro para la red. La prohibición final de la minería en China, el pasado mayo, inició el proceso más grande de la historia de relocalización de equipos de minería hacia otros países con políticas más previsibles, y también en busca de costos energéticos más bajos.

A Bitcoin no le importa. Una vez hecho el ajuste de dificultad de minado para reflejar la nueva situación de la red, el protocolo siguió produciendo bloques válidos cada 10 minutos y los usuarios aún tienen acceso a todas las características de Bitcoin que les otorga soberanía individual. 

Y China, en su batalla por controlar a sus ciudadanos, no se rinde. El pasado 24 de septiembre, el banco central chino publicó una nueva serie de normativas que establece que los “negocios relacionados con monedas virtuales son actividades financieras ilegales que ponen en peligro la seguridad de los activos de la gente” 

Esta vez, con el gobierno chino inmerso en una crisis de liquidez y una ofensiva gubernamental contra el sector tecnológico del país, la prohibición parece ir en serio. A diferencia del caso de Irán, China tiene más recursos para hacer efectivo el cumplimiento de la norma y las consecuencias ya se están empezando a ver. 

El gigante del comercio electrónico, Alibaba, dejará de vender equipos para minar mañana 8 de octubre. La compañía declaró que también contempla la "inestabilidad de las leyes y regulaciones" sobre las criptomonedas en todo el mundo, y que cualquiera que venda artículos que puedan ser considerados “accesorios de mineros de blockchain” o “mineros de blockchain” después del 15 de octubre serán penalizados. También reafirmaron la prohibición de la venta de Bitcoin y criptomonedas a través de su sitio.

Teniendo en consideración que Alibaba es tan importante para el comercio local, en específico para el sector retail, era predecible que el Estado fuera a presionar este punto. De esta manera una persona común y corriente la tiene más difícil en caso de querer incursionar en este tipo de actividades.

Pero esto no termina ahí, y parece algo menor frente a la otra consecuencia inicial. La empresa manufacturera más relevante de equipos de minería, llamados ASIC, dejará de producir en el país para buscar otras opciones. Hablamos de Bitmain, quienes se estima que tienen una participación de mercado que ronda el 29% de las ASICs en el mundo.

Distribución del mercado de fabricantes de ASIC

Bitmain, que ostenta un 29% del mercado de ASICs, mudará su producción de China hacia Indonesia o Malasia.

La mudanza de Bitmain podría traducirse en demoras en la entrega de mineros, y en consecuencia una desaceleración transitoria del crecimiento del poder de cómputo que respalda a la red, que en los últimos meses ha logrado recuperarse casi por completo de la Gran Migración. 

Esto, sumado a las limitaciones en las cadenas de suministro a nivel global, forma un caos para la reorganización de estas enormes operaciones. Una buena medida para analizar la situación de la industria será seguir los comunicados de mineras que cotizan en bolsa y la información en cuánto a nuevas entregas de equipos. 

El poder de hash de la red Bitcoin se recupera tras el apagón de mineros en China (Glassnode)

Pese a la letra de la regulación, y el poder de hacerla cumplir por parte del Partido Comunista chino, si un ciudadano chino quiere minar bitcoin puede hacerlo a través de servicios de alojamiento de equipos de minería. En los últimos años surgieron varias empresas que se ocupan de la compra, instalación, alojamiento y mantenimiento de equipos mineros distribuidos en instalaciones alrededor del mundo. Pagando con bitcoin, y sin la necesidad de dejar datos. 

“La antifragilidad va más allá de la resiliencia o la robustez. El resiliente resiste los choques y permanece igual; el antifrágil mejora.” - Nassim Nicholas Taleb

Por más que le pese al gobierno chino la existencia de Bitcoin, y sus intentos por detenerlo, lo cierto es que las medidas gubernamentales lo han fortalecido, eliminando la concentración geográfica de la minería, una de las principales debilidades que mostraba la red. 

Y esto no es una mejora cualquiera, es de las más importantes, ya que con ella se aumenta la descentralización de la red y por lo tanto su resistencia a la censura. El tan temido ataque gubernamental terminó fortaleciendo a Bitcoin. 

En cuanto a China, la historia no se repite, pero a veces rima, escribió Mark Twain alguna vez. La actitud actual del PCCh frente a Bitcoin nos retrotrae directamente a épocas de la dinastía Ming y especialmente el año 1375, cuando el gobierno prohibió el uso de la plata como dinero, e impuso el papel moneda. Sesenta años después, con el papel moneda totalmente devaluado, China levantó la prohibición.

¿Cuánto tiempo más seguirá China resistiendo, infructuosamente, a Bitcoin?


Bukele convierte lava en bitcoin

Bukele anunció en Twitter que recibió los primeros satoshis provenientes de la operación de minería con el volcán 

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, publicó el domingo en su Twitter personal que se iniciaron las pruebas de minería con energía geotérmica proveniente de un volcán y que recibió sus primeros satoshis. 

Durante toda la semana, Bukele compartió supuestas imágenes de la instalación y la propuesta parece de película, aunque imposible de verificar su autenticidad. Recordemos que los mineros persiguen los menores costos energéticos, que muchas veces sólo pueden ofrecer las energías renovables y/o desaprovechadas.

La idea de minar Bitcoin se la dio al presidente en un Space de Twitter Alex Gladstein, jefe de Estrategia de la Human Rights Foundation, en la noche en que El Salvador pasaba la Ley Bitcoin en su congreso. Todavía me parece increíble el alcance de las redes y cómo de una conversación abierta pueden salir políticas públicas en la otra punta del mundo.

La postura de El Salvador frente a Bitcoin está en las antípodas de la china. El gobierno de Bukele decidió adoptar Bitcoin como política de estado de El Salvador, convirtiéndola en moneda de curso legal, comprando Bitcoin y ahora iniciando una operación de minería. Un entusiasmo oficial inédito en la historia de Bitcoin. 

Bukele ha sido expeditivo en la adopción de Bitcoin, sin embargo reprueba en materia de transparencia en cuánto a las compras de bitcoin y la actividad minera. 

En las últimas semanas, el presidente salvadoreño fue comunicando, también por Twitter, diversas compras de bitcoin. En la actualidad cuenta con 700 BTC, pero ronda un halo de misterio en torno a las tenencias. 

La información es poca. Se desconoce cuál es la política de compra del gobierno, no se sabe si se están comprando para las reservas del Banco Central, como un fondo gubernamental o es parte del stash personal del presidente. Tampoco se sabe quién administra las llaves privadas y cuáles son las medidas de seguridad para preservarlas. 

Del proyecto de minería tampoco se sabe mucho. Aunque se han publicado videos de contenedores y ASICs minando, no se conoce una licitación pública de los mineros, quienes proveerán los equipos o los términos del contrato con los proveedores. Prevalece el misterio. 

Recordemos que los fondos utilizados para estas operaciones son de los contribuyentes y que tienen derecho a saber con mayor transparencia la manera en que se gasta este dinero. Si el presidente declarara las direcciones donde estos bitcoin son almacenados, por ejemplo, todo el mundo podría ver que están ahí y que no se usan en transacciones que no deberían.

El caso de El Salvador refleja como Bitcoin podría ser utilizado de manera de opaca por algún gobierno, pero al mismo tiempo expuso a los 7 millones de salvadoreños a una tecnología de ahorro que les brinda protección del propio gobierno.  

En conclusión

  • Siempre que se regule un mercado, va a emerger uno paralelo sin restricciones. La intangibilidad y portabilidad de Bitcoin lo hacen increíblemente dífciil de perseguir. 
  • Los ataques de estados, aunque sean potencias mundiales, solo fortalecen a Bitcoin, obligándolo a descentralizarse más. 
  • No confíes, verifica. Eso aplica también para presidentes que dicen apoyar Bitcoin.

KEEP STACKING,

Hodler Tom

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